TALLERES, INDUSTRIA Y BANCA - HISTORIA DE UN PIONERO
La industria que se inició en Antioquia y especialmente en el oriente antioqueño durante el siglo XIX fue de tipo artesanal. En Rionegro, puede decirse que ésta comenzó en 1.813 cuando el sabio Francisco José de Caldas, por disposición de don Juan del Corral, fundó la Maestranza, incorporada al colegio de Rionegro. En ese establecimiento Caldas fabricó maquinaria para la Casa de Moneda de Medellín, fundió cañones, fabricó fusiles y muchos objetos para equipar el ejército patriota durante las guerras de independencia.
Simultáneamente, con el desarrollo de estas actividades
de la economía, se inició la historia bancaria de la región. También fue
Rionegro el pionero en esta actividad pues
la primera institución con éste carácter se fundó en ese municipio en 1.883,
con el nombre de Banco de Oriente. Este ejemplo de los rionegreros fue seguido
unos años más tarde por los sonsoneños.
De lo anterior puede concluirse que Rionegro ha sido,
desde el pasado, un lugar importante en el desarrollo económico del Oriente
Antioqueño. Desde el siglo XVIII los rionegreros se destacaron por el gran
impulso que le dieron a la actividad comercial, llegando a controlar buena parte de ese sector no sólo a
nivel regional, pues Medellín y otras regiones del departamento se
desarrollaron económicamente al calor de la iniciativa y el empuje que para las
actividades comerciales tenían los hijos de ese municipio.
La actividad comercial en Rionegro no fue la única forma
de ocupación de sus habitantes; también la actividad minera y agrícola
constituyeron ejes importantes en la vida económica del municipio. A los
rionegreros les gustaba dedicarse a diferentes actividades al tiempo; era común
encontrar personas que tenían inversiones en minas, en el comercio y también en
actividades agrícolas. Es por ello que a sus pobladores se les consideraba como
grandes negociantes con inversiones en diferentes actividades. Con las
ganancias obtenidas, algunos de ellos lograron acumular cierta cantidad de
dinero que luego invirtieron en pequeñas industrias.
Parque Pricipal (Antiguo). |
Pero el grado de desarrollo que durante muchos años
constituyó lentamente el municipio se vio frenado a finales del siglo XVIII.
Acosados por el hambre y la falta de tierras, se dedicaron a buscar nuevos
horizontes en donde producir su sustento; se aventuraron en la empresa de
colonizar nuevos territorios y las consecuencias desbordaron cualquier
previsión que se tuviera sobre la colonización. Esto porque para principios del
siglo XIX Rionegro recuperó con creces su papel de centro económico en toda la
región, y empezó a serlo para las zonas recién colonizadas por sus pobladores.
Nuevas áreas se sumaron a la producción de productos agrícolas y a la minería,
actividades en las que los rionegreros tenían conocimiento y experiencia.
El desarrollo que alcanzó la localidad como consecuencia de la colonización fue el
resultado no sólo del mayor dinamismo de sus actividades económicas más
tradicionales –el comercio, la minería y la agricultura- sino también de un
ingrediente adicional y nuevo: el
desarrollo de algunas industrias, en su mayoría de carácter artesanal.
Se fundaron talleres donde se fabricaron desde cañones y fusiles para la guerra
hasta sencillos trapiches para la molienda. También hubo talleres de tejidos
que utilizaron la lana como materia prima; talleres de cerámica, fraguas,
carpinterías, ebanisterías y de artesanías de cuero, además de una pequeña
fábrica de telas. Todas estas actividades se desarrollaron apoyadas en un comercio
creciente para este tipo de productos.
Imagen Recuperada Fanpage IMER. |
Aunque la actividad industrial en Rionegro no alcanzó a
superar en importancia económica y social
al comercio, su crecimiento durante varios años tuvo bastante
significación porque vinculó a numerosos pobladores a esa actividad económica.
Estos trabajadores constituirían un mercado nuevo para los alimentos y
productos manufacturados fabricados en las pequeñas industrias y talleres
locales.
Tiempo de cambio: la agricultura
Desde la última década del siglo XIX hasta las 3 primeras del siglo XX, el municipio perdió algo de desarrollo que había logrado con sus pequeñas industrias, pues apareció otro municipio, Sonsón, que empezó a competir con Rionegro con productos como tejidos de lana y algodón; alimentos, como chocolate, trigo, galletas, etc; cervezas y gaseosas, zapaterías, fraguas, carpinterías, fundiciones y otros productos. También en la agricultura Sonsón venía cumpliendo un papel más importante dentro de la región. Produccía café, trigo, cacao y maíz. Algunos de estos productos salían al mercado con alguna transformación inicial para ser consumidos. De igual modo, los sonsoneños venían desarrollando también la minería y el comercio, lo que condujo a que ese municipio se constituyera en un centro muy importante en diversas actividades económicas que competían con las de Rionegro. Estas circunstancias colocaron a éste en una coyuntura económica grave.
Desaparecieron casi por completo sus
fábricas de tejidos, la producción artesanal de fique y la industria del
calzado; ésta última había sido en otros tiempos una de las actividades que
mayor desarrollo había logrado en Rionegro.
No sólo el desarrollo de Sonsón afecto a este municipio,
a su comercio y a su industria; también el avance de la industria y el comercio
de Medellín en la primera década del siglo XX. Los productos elaborados en las
industrias de Medellín, Envigado, Bello, Caldas y Amagá penetraron al mercado
del oriente antioqueño a través de comerciantes de la capital, y con ello los
rionegreros empezaron a perder el control que antes tenían sobre la actividad
comercial en toda la región.
Esta situación condujo a cambios importantes en lo que
hasta ese momento había sido la vida económica de Rionegro. Pudiéramos decir
que sus pobladores tuvieron que adaptarse a nuevas condiciones señaladas desde
afuera: de comerciantes, pequeños industriales y artesanos se convirtieron en
agricultores que cultivaron diversos productos que requería la industria de
Medellín. Los pobladores de ese municipio iniciaron entonces la producción de materias
primas como fique, lana, trigo, etc. Produjeron también diferentes alimentos
como fríjol, maíz y papa para surtir los mercados de Medellín, Envigado, Caldas,
Bello y Amagá con el fin de alimentar a los trabajadores de las industrias que
se conformaban en la ciudad y sus municipios cercanos.
La manera artesanal como se producían en Rionegro las
diferentes manufacturas no pudo seguir compitiendo con las modernas industrias
que se crearon en Medellín. En esta ciudad los nuevos industriales estaban en
mejores condiciones para producir a menores precios y con mejor calidad.
Empresas como Coltejer y Fabricato invadieron de textiles al mercado que antes
estaba en manos de los rionegreros. Para el año de 1.938 sólo quedaba en
Rionegro la fábrica hilados y tejidos, pero no resistió por mucho tiempo la
competencia; en 1.945 despareció esta industria del municipio.
La industria del calzado, que había logrado en años
anteriores un desarrollo destacado en Rionegro, se vio en la necesidad de
contratar trabajo a domicilio. Algunos de los productores decidieron
establecerse en Medellín, pues tenían el capital necesario para introducir
técnicas más modernas de producción.
Imagen RecuPerada Fanpage IMER. |
La difícil situación económica a la que se vió enfrentado
Rionegro hizo que muchos de sus hijos tuvieran que irse para Medellín a buscar
trabajo. Algunos de ellos lograron vincularse fácilmente a empresas como Coltejer
pues los rionegreros tenían cierta ventaja sobre otro tipo de trabajadores dada
su gran experiencia y conocimientos en las actividades que requería la
industria de Medellín.
Como resumen de las primeras seis décadas del siglo XX,
puede decirse que Rionegro no logro conservar durante todo el tiempo su papel
como centro económico importante en la región del oriente antioqueño. Antes
bien, se vió afectado en diferentes momentos por diversos hechos que enrumbaron
su vida económica de un modo distinto. Desde principios del siglo XX, Rionegro
se convirtió en un lugar al que se
recurrió para satisfacer las necesidades de la industria localizada en el Valle
de Aburrá. De todos modos, hay que destacar el papel que jugó el municipio en
relación con la producción de materias primas y alimentos necesarios para la
industria que venía desarrollándose en la capital antioqueña principalmente.
REFERENCIAS:
Colección de estudios de localidades, CORNARE-INER,
Rionegro- Antioquia, Pág. 45, 46, 47 y 48.
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